En el día de las Niñas: Carta a Una Niña

Es un honor saludarte y poder dedicar unas líneas a ti que luchas en una América Latina llena de desventajas y obstáculos para que alcances tu máximo potencial. Muchas, debido a la presión social, no podrán leer esto debido a que no asisten a la escuela para dedicarse a labores del Hogar. Otras, porque no tienen acceso a Internet. 

En este mundo, es muy difícil ser niña. Es complicado enfrentarse contra el gigante de la presión social. Les pido perdón por fallarles al momento de llenar su vida de una estima saludable y hacerlas sentir que valen por medio de lo superficial. Ustedes son hermosas, no por como lucen, sino por quiénes son. Dios las doto de un sinnúmero de cualidades que deben disfrutar. 

Perdónennos por no tener valores y convicciones fuertes. Hemos dejado que pensamientos extraños traten de confundir sus ideas solo con el fin de que no acepten cómo Dios las ha creado. Hemos dejado de confiar en Dios y por eso, al buscar ustedes un lugar de refugio, nosotros como padres, las hemos dejado a la imtemperie y abandonadas.

Perdónnenos por no cuidar su corazón, su alma, su mente y en muchas ocasiones sus cuerpos. les obstaculizamos su carrera hacia el éxito.

Perdónennos por nuestro machismo. Por hacerlas sentir inferiores por el simple hecho de destruir sus valores. Quiero decirles que ustedes tienen un gran valor, enormes talentos y grandes posibilidades de cambiar la historia propia, la familiar y la de nuestros países. No crean a esos hombres que les dicen que Dios ha escrito en su Palabra que ustedes son inferiores. ¡Jamás Dios haría eso!, ¡Todo lo contrario! Él les dio los mismos derecho, deberes y privilegios. ¡Jamás se sientan menos que nadie! Caminen con la cabeza erguida y luchando por alcanzar sus metas. ¡Ese es el sueño de Dios!

Perdónennos por las veces que no las protegimos del maltrato, del abuso y muchas veces de la indiferencia. Discúlpennos por girar nuestras cabezas a otro lado cuando hay estadísticas que indignan. En El Salvador, más de 2,000 denuncias de violaciones (y todas aquellas que se quedan en el anonimato, entre otras). Pedir que perdonen es complicado, pero eso sanará su corazón. Dios ha prometido algo especial: “El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.” Salmos 147:3 

Disfruten su niñez. Ser niña no debe ser símbolo de carreras truncadas o sueños echados a la basura. Ser niña es disfrutar de la vida. Es aprender. Es forjar el futuro sin necesidad de depender de un hombre para ser feliz. Es encontrarse con Dios y poder disfrutar de sus bendiciones. Es trabajar duro para que tu talento se convierta en el propósito de vida. 

Una niña como tú, debe vivir sin miedo al abuso. Sin temor a tener que abandonar tu carrera o tus metas por un simple cambio en las circunstancias de la vida. Lucharemos por ello.

Una niña como tú, no debe caer en la trampa de la sociedad, que todas las mujeres son frágiles y débiles. Mujeres como Ester, Rut cambiaron su historia familia, por su carácter firme y atrevido. 

Una niña como tú, está destinada a grandes cosas. No escuches las voces que traten de minimizarte. Dios no utiliza por el sexo que posee una persona. Dios usa a los corazones apasionados y ardientes que luchan cada día por escribir una historia diferente. 

Así que, en este día de la niña, gózate y no dudes que cada día es una nueva oportunidad de convertir tus sueños en realidad. Tómate de la mano de Dios para seguir adelante. 

Las niñas son únicas, valiosas y vencedoras. Ahora eres niña, mañana te convertirás en artista, ingeniera, doctora, madre, entre otras. Sea lo que seas, será lo mejor y lo harás con excelencia. 

Mis más sinceras muestras de respeto y honra. ¡Tienen un gran valor por lo que son! ¡Feliz día de la niña!

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