El nombre de una persona nos dice mucho de su carácter, Caleb, el espía seleccionado para realizar un viaje de reconocimiento no fue la excepción. Del hebreo, que significa audaz y al revisar muchas de sus descripciones, se encuentran bellas menciones de su enorme espíritu. Coraje Inquebrantable. Corazón Valiente. Conquistador de Promesas. Aun a los 85 años no se rinde y combate para conquistar un nuevo reto. Aparta a los miedosos, a los que se creen descartables, a los que se creen que han pasado sus mejores años.
Caleb tiene algo clave que nos da una enseñanza. Un espíritu diferente. Una actitud de vencedor. Un carácter firme. Observa: “Sin embargo, mi servidor Caleb tiene una actitud diferente a los demás. Él se ha mantenido fiel a mí, por lo tanto, yo lo llevaré a la tierra que él exploró. Sus descendientes tomarán posesión de la porción de la tierra que les corresponde.”
Su vida destila enormes enseñanzas que nos permiten mejorar. Así que compartamos juntos y aprendamos sobre la vida de un corazón audaz.
1. Tener una actitud diferente nos abre puertas.
“En cambio, mi siervo Caleb se ha portado distinto, pues él me sigue completamente. Por eso lo llevaré a la tierra que estuvo explorando y sus descendientes la poseerán.” Números 14:24 PDT
Nuestra comunidad no cambiará por la cantidad de quejas que emitas. La iglesia no cambiará mientras no tengamos coherencia entre lo que hacemos y decimos. Los cambios vienen del corazón y se hacen realidad mientras actuamos. Una actitud diferente es el caldo de cultivo que Dios utiliza para cambiar una generación. A Dios no lo mueven las multitudes, a Dios lo mueven individuos que tengan pasión, compromiso y tenacidad. Dios jamás olvidó a Caleb. Los 10 espías que se quejaron terminaron en el olvido. Todo fue una cuestión de actitud.
2. Debemos tener palabras de vida.
“Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, dos de los que exploraron la tierra, rasgaron su ropa en señal de tristeza y le dijeron a toda la comunidad: —La tierra que exploramos es una tierra muy buena. Si el SEÑOR está satisfecho con nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la dará; es una tierra que rebosa de leche y miel. Así que no se rebelen contra el SEÑOR, y no le tengan miedo a la gente de esa tierra porque los derrotaremos fácilmente. Ellos no tienen quien los proteja, en cambio el SEÑOR está con nosotros, así que no hay que tenerle miedo a esa gente.” Números 14:6-9 PDT
No hablo de confesión positiva o de que declaraciones, decretos u otras manifestaciones de poder humano para tratar de manipular a Dios para que convierta nuestros deseos en realidad. Es pedirle a Dios que haga lo correcto. Es ver a Dios trabajando para nuestro bien y cumpliendo su propósito. Significa orar para que todo dependa de Dios, pero trabajar como si todo dependiera de nosotros.
Las palabras de vida significan poner nuestra fe en acción. Mientras todos veían los frutos de la tierra, pero poniendo atención en los gigantes que debían ser derrotados, Caleb miraba el poderoso Dios que los acompañaba en la conquista. Mientras el gigante veía a un debilucho jovencito sin ropas militares, David veía una batalla donde Dios había dispuesto darle la victoria a su pueblo. Las palabras de Caleb y David jamás fueron para dar a conocer su poder, conocimientos o habilidades, sino para demostrar el poder, la soberanía y la autoridad de Dios sobre todas las cosas. Tomaron las promesas escritas y transformaron el corazón de sus compatriotas.
3. No dejarse arrastrar por las opiniones de los demás.
“La gente comenzó a murmurar, pero Caleb les ordenó callarse y les dijo: —¡Vamos a conquistar ese territorio! ¡Podemos hacerlo!” Número 13:30 TLA
Caleb era del 20% que no se dejó intimidar por las críticas. 80% de los espías había volcado el corazón del pueblo para sentirse desmotivados por la conquista. Caleb no veía las posibilidades, él había creído en la promesa de Dios, de que iba a estar con él y todo lo que pisara la planta de los pies del pueblo de Dios, iba a ser suyo. Muchas veces, no debes oír las voces de los demás, si Dios dio una orden, está es de ejecución inmediata y completa. Las promesas no deben hacer que nos sentemos a esperar, sino nos deben motivar a salir y conquistar.
4. No hay impedimentos para ser usado por Dios.
“Eso pasó hace cuarenta y cinco años, y todo este tiempo que nuestro pueblo ha andado por el desierto, Dios me ha protegido, tal como lo prometió. ¡Mírame! Ya tengo ochenta y cinco años, pero estoy tan fuerte hoy como cuando Moisés me envió a explorar. ¡Y todavía puedo pelear! Por eso te pido que me des la región montañosa que Dios me prometió aquel día. Tú bien sabes que los descendientes del gigante Anac viven en ciudades grandes y bien protegidas. Pero con la ayuda de Dios los podré desalojar, y así conquistaré esas ciudades, tal como Dios lo prometió».” Josué 14:10-12
Caleb es el claro ejemplo que Dios puede usarnos con base en su poder y no en nuestras habilidades. Lo importante es el espíritu que haya en nosotros para pararse y enfrentar con carácter, determinación y pasión lo que venga. No importa los títulos. Lo importante es querer hacerlo. Lo importante no es cuántos van con nosotros, sino Quién nos ha mandado.
5. ¡Vivir al máximo!
Tener fe no solo es creer. Es actuar.
“Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.” Josué 14:11 TLA
Un escritor renacentista exclamó una vez: “Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada”. La fe es lo que nos mueve a actuar. Alguien una vez escribió: “Si leyéramos más las Sagradas Escrituras, nos daríamos cuenta de la cantidad de promesas que Dios nos da para una vida victoriosa, plena y diferente, y no andaríamos sumergidos en una vida llena de mediocridad espiritual y personal”. Es por ello que la vida de Caleb nos muestra que mientras más límites nos pongamos, menos cosas alcanzaremos; mientras más nos enfoquemos en las circunstancias, menos gigantes derribaremos; mientras le pongamos mayor atención a los obstáculos y menos a dar el siguiente paso, menos avanzaremos y nos desenfocará del llamado de Dios para nuestra vida. Así que, adelantes Dios siempre irá con nosotros, mientras nos mantengamos fieles.
6. Aspira siempre a más.
“excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová.” Número 32:12
No te quedes disfrutando los éxitos actuales. Mantente hambriento, mantente apasionado. Los logros deben ser los que inyecten a tu vida el deseo de mejorar. No para ser famoso o conocido (porque si esto deseas, es probable que lo cumplas, pero tu llamado quedará tirado en algún lugar cuando tu enfoque cambió), sino para cumplir el propósito de Dios en su vida. Caleb jamás peleó por un puesto como líder de pueblo, sabía que había alguien y esto jamás lo dejó sentado esperando. Caleb aspiro a más. No dejo que su orgullo lo afectará para dar un golpe de estado, ni a sus inseguridades, dejarle que sin conquistar. Trabajó fuerte, aspiro a más y logró grandes cosas para Dios, su nación y su familia.
1 Comentarios
gracias y bendiciones del cielo por sus enseñanzas
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