No hay que olvidar que el liderazgo es un camino lleno de aprendizaje, crecimiento y de compromiso, que nos permite tener en mente un sueño (positivistas) o una meta (para los realistas) y romper con la indiferencia, la pereza y la falta de ambición, de tal forma que se logren los cambios en la realidad que coadyuven a lograr la visión (o propósito) para lo cual se toma el rol de liderazgo.
Este rol implica organización, ya que no puede desgastar su mejor recurso (tiempo) en hacer lo innecesario. Perseverancia, pues hay que recordar que las personas con mentalidad ganadora no abandonan nunca.
Así que para ser un líder con propósito debemos seguir cultivando estas características:
- Mantenga firme su visión, pero sea flexible con las estrategias.
Salomón escribió: “Donde no hay visión, el pueblo se extravía.” La visión o propósito es el corazón que da vida al líder, pero son las estrategias las que hacen saltar de la cama y vivir de modo tal que se logre alcanzar lo necesario. También Séneca escribió: “Cuando no sabes hacia donde navegas, ningún viento es favorable.”
Por ello es necesario lo siguiente:
a) Deben ser acciones directas, concretas y específicas.
Aunque las estrategias pueden cambiar, estas deben ser claras, medibles y que puedan observarse los resultados, para saber si vamos avanzando, retrocediendo o no hay cambios en el camino. Si estas acciones no nos llevan a ningún lado, es hora de tirarlas y pensar en nuevas. Lo importante es saber la dirección, para que el camino sea aprovechable.
b) Ser resilientes:
Debemos recordar que el camino hacia lograr la visión no es un camino de rosas. Por ello ante la crisis, debemos ser capaces de ser fuerte, mostrar gallardía y coraje ante ella. En ese sentido, debemos ser capaces de reconstruir aquello que se ha destruido, reinventar nuestra vida, fortalecerse con una fe transformadora; Todo ello sin perder la capacidad de amar, de luchar, de resistir; potenciando nuestros recursos interiores, ejercitando nuestras fortalezas no conocidas y desafiando las adversidades.
c) Transpirar:
Este punto se resume en la siguiente frase dicha por Thomas Alba Edison: “El genio es 1% inspiración y 99% transpiración”. Una visión jamás se logra desde una silla, cada día debemos salir a buscarla. Recuerda:
“Cada mañana en África, una gacela se despierta…Sabe que deberá correr más rápido que el león más veloz o será devorada.
Cada mañana en África, un león se despierta… Sabe que deberá correr más rápido que la gacela más lenta o morirá de inanición.
No importa si eres león o gacela, cuando el sol se levante…
¡Tendrás que correr!”
d) Saber hacia dónde ir, realizar un mapa y establecer prioridades:
Esto ayudará a tener los recursos necesarios, utilizarlos adecuadamente y medir los resultados.
- Tenga un corazón de aprendiz
a) Se debe estar abiertos al cambio.
El líder no debe quedarse con lo que aprendió. Él sustenta su liderazgo en los cambios de paradigma. Aunque el cambio es complicado, el líder realiza las acciones encaminadas a lograr que los demás encuentren significado, aprendan y disfruten el cambio.
b) Se debe ser capaz de comprender, aprender y superar las críticas.
Vea esta maravillosa historia tomada de El Mapa para Alcanzar el Éxito de John Maxwell:
“Un pajarito canadiense decidió que era un problema demasiado grande viajar al sur para el invierno. Se dijo: «Puedo desafiar al invierno. Muchos otros animales lo hacen. No puede ser tan difícil». Cuando todas las demás aves emprendieron en bandadas el viaje hacia la asoleada América del Sur, este pajarito se quedó a esperar el invierno.
Hacia fines de noviembre, estaba pensándolo de nuevo. Nunca había sentido tanto frío, y no podía encontrar alimentos. Finalmente se quebrantó y comprendió que, si no salía pronto de allí, no iba a logra pasar el invierno. Entonces empezó su solitario vuelo hacia el sur.
Después de un tiempo comenzó a llover. Antes que se diera cuenta, el agua se estaba convirtiendo en hielo en sus alas.
En su lucha, se dio cuenta que no podría seguir volando. Sabía que iba a morir, así que dejó de aletear y se estrelló contra el suelo junto a un granero.
Estaba allí medio aturdido cuando pasó una vaca sobre él y plop, vació su intestino sobre la pobre avecilla. El pajarito estaba completamente disgustado. Aquí estoy, pensó, muerto de frío. Voy a morir. Estoy por dar mi último aliento y entonces me cae esto encima. ¡Qué horrible manera de morir!
El pajarito contuvo el aliento y se preparó para morir. Pero después de dos minutos descubrió que estaba ocurriendo un milagro. Se estaba calentando. El hielo de sus alas se estaba derritiendo. Sus músculos se desentumecieron. La sangre fluía nuevamente. Comprendió que después de todo iba a sobrevivir. Estaba tan contento y feliz que comenzó a cantar una gloriosa canción.
En esos momentos, el viejo gato montés de la granja, que estaba echado en el heno lo oyó cantar. No lo podía creer; no había oído algo igual desde algunos meses, y se dijo: «¿No es un pájaro? Pensé que todos se habían ido para el sur por el invierno».
Salió del granero, miró hasta que vio donde estaba el pajarito. Se acercó y lo sacó suavemente del desecho de la vaca, lo limpió ... ¡y se lo comió!
Hay tres moralejas en este cuento:
(1) No todo el que te ensucia es enemigo;
(2) No todo el que te limpia es tu amigo;
(3) Si alguien te ensucia, calla.
Lo mismo puede aplicarse a usted mientras trata de realizar su sueño.
Algunas personas que se considera amigos pelearán contra su éxito. Otros lo apoyarán de una manera no esperada. Pero no importa quién lo critique ni cómo lo haga, no permita que nadie le desenfoque de su sueño.
c) Amar la mejora continua.
Salomón escribió: “La vida de los hombres buenos brilla como la luz de la mañana: va siendo más y más brillante, hasta que alcanza todo su esplendor.”
d) Ser un buen oyente.
Un líder debe ser un buen oyente, capaz de dialogar, proponer y negociar; además, tiene la capacidad de escuchar grandes ideas y darles la prioridad que corresponde.
- Controle su ego.
a) La autoridad o influencia no me da un estatus diferente, simplemente estoy llamado a servir a los demás.
Jesús dijo: “Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo:
«Ustedes saben que los que gobiernan a los pueblos se portan como sus amos, y que los grandes señores imponen su autoridad sobre esa gente. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás. Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos. Yo, el Hijo del hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para dar mi vida por la salvación de muchos.»”
b) El paradigma de “grandes hombres” está siendo sustituido y los líderes ya no cuentan con privilegios, sino con responsabilidades.
Si eres líder para recibir, vas en el camino incorrecto. El líder en su naturaleza está llamado a asumir las responsabilidades, sudar la camiseta y retirarse hasta que el último de su equipo ha salido del campo enemigo. El líder no inspira a otros desde un escritorio, sino desde las trincheras. Es aquel que toma las armas y se encamina hacia el lugar que todos quieren. Ocupe su influencia para hacer crecer a otros y no para favorecerse de la simpatía de los demás.
c) Asuma riesgos:
Alguien escribió está maravillosa historia sobre el poder de asumir riesgos: “Alejandro, en su momento, también sitió la ciudad, una fortaleza temible. Impaciente por el lento progreso de sus hombres, tomó una de las escaleras de asalto y trepó él mismo a las almenas, seguido por uno de sus veteranos que embrazaba el supuesto escudo sagrado de Aquiles, cogido por el rey en el templo de Troya.
El caso es que la escalera se rompió, dejando al heroico pero irresponsable Alejandro aislado en lo alto de la muralla y casi solo en el ataque. Repartió tajos a diestro y siniestro, pero un arquero le clavó una flecha de un metro en el pecho.
Imagínese la escena. Se salvó porque finalmente sus tropas pudieron reunirse con él, pero la herida fue muy grave, posiblemente le perforó un pulmón y dejó a Alejandro casi lisiado. En fin, ése era él, energía, impulso, coraje inconsciente… Si puedes ser así, ¡qué ejemplo para tus soldados! Eso explica la devoción que despertaba, única.
Sus hombres lo veneraban y lo seguían a todas partes.” Solo un líder que asume riesgos saborea el éxito, aunque haya tenido numerosos fracasos.
El liderazgo cambia muchas vidas y empieza con la propia. Toma tu propósito y conviértelo en una visión, luego de un tiempo observarás que has llenado de pasión el corazón de muchos más.
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