"Fíjate bien en lo que Dios ha hecho: ¿quién podrá enderezar lo que él ha torcido? Cuando
te vaya bien, disfruta ese bienestar; pero cuando te vaya mal, ponte a
pensar que lo uno y lo otro son cosa de Dios, y que el hombre nunca sabe
lo que ha de traerle el futuro". Eclesiastés 7:13-14
No te quejes de la vida que has tenido hasta el momento. Quejarse es de cobardes. Es probable que hayas tenido momentos complicados y que han rebasado tu paciencia y tus capacidades, pero casi siempre (por no decir siempre)
te han hecho crecer y Dios (aunque no lo hayas sentido) a trabajado para tu bien.
El fin de la vida no es llegar a ser feliz, sino ser feliz con cada situación que la vida nos presente. Los obstáculos son complicados pero afirman tu fe y confiman de qué está hecho tu carácter.
No temas. Dios siempre está obrando para el bien de sus hijos. Me gusta saber que Dios es personal y se interesa por Su creación, no importando lo que hayas hecho en su obra o lo que hayas dejado de hacer. No limites al amor de Dios. Él te ama porque así lo ha decidido.
Así que no temas vivir. Vive con pasión. Vive con determinación. No vivas para llegar a ser feliz, sino llena de fellicidad cada día. Aférrate a Dios. No te escondas aun cuando la vergüenza te dificulte ver la belleza de Su amor, ni seas indiferente a la grandeza de Su misericordia.
Vive con ganas. Derrocha tus momentos buenos y compartelos.
Refila tus horas donde puedas acompañar a las personas que amas.
Aprovecha a adorar a Dios con una intensidad tal que quede grabada en la historia de los cielos.
Haz que Dios sonríe y se alegre cuando tomas riesgos, cuando bajas de la barca, cuando todos pierden las esperanza y tu mano se aferra a la de Él, confiando en que Él hará lo mejor para ti.
Toma la mano de tu amado(a) y dile una locura.
Vive dando lo mejor. Destila pasión por tus sueños. Clarifica tu futuro. Vuelve a creer.
Suelta el dolor de pasado y acaricia el aprendizaje del presente y visualiza la felicidad del futuro.
Crece. Haz crecer a otros. Renueva tus energías. Transforma una vida.
Motiva a alguien a llegar al final. Potencia tus talentos. Camina. Avanza. Lucha.
Que tu fe no muera. Que tu esperanza se mantenga alta.
Vive deseando. Reta a tu corazón. Confía en Dios.
Da una nueva oportunidad. Lucha y vence al resentimiento. Examínate. Que cada mañana te levanta tus sueños y cada noche cada paso o meta alcanzada, te haga sonreír.
Da un beso al amor de vida. No pierdas el tiempo en aquello que te daña. No veas las cicactrices. No te acomplejes.
Respira. Disfruta. Vive. Pide consejo.
Si no sabes que hacer, medita. Se prudente pero asume los riesgos. Disfruta el crecimiento.
No tengas miedo de dudar, pero jamás vivas con incertidumebre. Llora pero jamás dejes que la tristeza se apodere de tu alma. Baila. Alegra tu corazón. Ama a Dios. Disfruta su dulce compañía.
Vive y no te canses de vivir. Atesora lo eterno. Recuerda que la vida no solo consiste en respirar sino que se mide con las veces que te quedaste sin aliento, las veces que suspiraste y las veces que llenaste a Dios de satisfacción por darlo todo para Él.
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