El ayer, tiene mala fama. Oportunidades perdidas. Lágrimas no derramadas. Palabras no dichas. La eterna lucha entre lo que pude hacer y no hice. Entre sueños rotos y almas heridas solo se escriben momentos de insatisfacción porque creemos que eso es tiempo perdido, amistades destrozadas o situaciones que no tienen arreglo. Escribo estas ideas en un consultorio médico en la espera más dura.
Un diagnóstico. No me detendré en lo que dice el médico, sino en los pensamientos que tuve al momento de esperar. Ayer, cuatro palabras que parecen desesperanzadoras. ¿Quién puede hacer algo para regresar el tiempo?, ¿Quién tiene la capacidad de cambiar algo que pasó u que transformó la vida para bien o para mal?
Un diagnóstico. No me detendré en lo que dice el médico, sino en los pensamientos que tuve al momento de esperar. Ayer, cuatro palabras que parecen desesperanzadoras. ¿Quién puede hacer algo para regresar el tiempo?, ¿Quién tiene la capacidad de cambiar algo que pasó u que transformó la vida para bien o para mal?
El ayer o pasado aunque tenga está mala fama, también puede ser un elixir para construir algo grande, pero todo está en la forma que lo veas, como lo sostengas o que es lo que estás dispuesto a soltar de él.
Ayer me llena de esperanza. Los abrazos brindados. Las amistades cosechadas. Los corazones conectados. Ayer tiene un amigo muy especial y es que ha construido lo que ahora soy. Muchas cosas que hice son vergonzosas. Son derrotas. Son fracasos. He herido a muchos, he dejado de ser bendición, he destruido estimas, pero al ver hacia atrás me ha llenado de experiencias para no repetirlas.
Sabiduría es la capacidad de tomar la experiencia para transformar el presente y construir un mejor futuro y creo que esa es la semilla del pasado, el construir una vida de sabiduría, pero esto es una decisión personal.
Sabiduría es recordar sin dolor, pero ese dolor solo se quita, editando correctamente. Tomando acción sobre los errores. Retomar el control de lo que pasó y dar pasos agigantados hacia el orden, hacia la restitución y solventar y tomar el pasado para que sean bases de un pequeño tiempo de reflexión.
Ayer, construyó lo que soy. Ese niño tímido o extrovertido. Con grandes sueños y anhelos. Con un corazón dolido por la pérdida. Con una estima saludable o débil.
Ayer es historia y según los expertos, la historia la escriben los ganadores. Por lo que está en tus manos establecer las anécdotas que llenan de gloria el libro de tu vida.
Ayer, da rumbo a mi destino, me da dos caminos: seguir en la vía, tomando la mismas decisiones o reflexionando para cambiar, para realizar una metamorfosis, para forzar la mejora. Todo lo que vivimos ha servido. Pongamos esos aprendizajes a disposición de los demás. Esos desafíos que la vida nos estableció y que en algunos casos salimos victoriosos, otras veces fueron derrotas agónicas y otras muy vergonzosas, son lo que ahora nos servirán para bendecir a otros.
La vida.
La vida está compuesta de recuerdos. La vida está llena de nostalgia. La vida es memoria. La vida es la suma de nuestras emociones. No hay vida sin pasado y no hay pasado sin vida. Así que como el presente, es necesario saber administrar el pasado.
Ayer me llena de satisfacción, me hace darme cuenta de situaciones en las que no utilice adecuadamente esas riqueza que todos tenemos llamada tiempo. Me hace sentir bien con esos momentos donde pude descansar, donde nos relajamos pero también de esos días de estrés extremo pero con la satisfacción de un trabajo bien realizado.
No hay mejor ejercicio para la salud mental que revisar la memoria, la nostalgia y los recuerdos e identificar que hay.
Encontraremos basura pero también hermosas gemas invaluables, cosas vergonzosas pero también cosas maravillosas. Ordenemos el pasado y así el dolor será menor, tomemos esas experiencias pasadas para ser luz y transformar vidas.
Ayer solo tiene mala prensa, si lo ordenas, será el mejor regalo que la vida te ha dado y que le darás a este mundo.
Que el mundo te recuerde por tus hechos y por tu forma de reconstruir, perdonar y de usar tu pasado para aprender y ser mejor persona.
Arreglando el ayer, tu futuro tendrá mayor espacio y mayor capacidad de repuesta.
Que lo que te pasó ayer no sea una cadena que te detenga, sino que sea el propulsor de nuevos tiempos.
Que ayer no sea un stop que drene tu energía, sino que sea el combustible que haga vibrar tu alma.
Que el pasado sea tu línea base para elevar tus estándares y mejorar.
Perdona, recuerda sin dolor.
Se funcional.
Mañana será mejor.
Quiero terminar contándoles que el diagnóstico médico no fue más que la suma de mis decisiones del pasado. Eso me servirá para mejorar.
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