Desafío Personal: Nuevos Comienzos y Decisiones Transformadoras

Este año nos dejó hermosas estelas del trabajo perfecto del Maestro Tejedor. Nos tejió un traje a la medida de lo que necesitábamos para ser lo más parecido a lo que él necesita y quiere hacer de nuestra existencia. 

Algunos pasamos por la vereda de la soledad y del sufrimiento, en la que impregnamos nuestras acciones con lágrimas del corazón que nos ayudaron a comprender que el dolor del momento nos libera a confiar en plenitud en que hay alguien que siempre está con nosotros y que su soberanía no reside en ser un dictador orgulloso y cruel deseoso de no involucrarse con la obra de sus manos, sino en que Él puede hacer lo que le place con nuestras vidas, pero está dispuesto a darnos su compañía, su respuesta (aunque no sea la que creemos merecer), pero sobre todo que no nos deja a la deriva porque es un Dios personal que se interesa hasta en el más ínfimo detalle de nuestro desarrollo para cada día parecernos más a Jesucristo. Veamos lo que dijo David: “Tú has visto mi sufrimiento, has recogido mis lágrimas. ¿Acaso no tienes todo eso registrado en tu libro?” Salmos 56:8 PDT. 

Otros se han pasado estos últimos tiempos entretejiendo sueños en los hermosos lienzos del futuro. Hemos tomado nuestra vida y con la ayuda de nuestro Dios, hemos dejado de postergar y se han tomado decisiones. Se ha empezado a escribir verbos en lugar de quejas, acciones en lugar de suspiros. Son aquellos decididos a cambiar de una vez por todas su historia familiar, pero no nos confundamos. No son únicamente aquellos que quieren cambiar al mundo, sino aquellos que cambian su mundo. Aquellos padres que deciden regresar al hogar y restituir. Aquellos que cosen botones y que preparan los refrigerios. Que se toman el tiempo para escuchar. Para exponer su corazón. Son esas personas que le dan una nueva oportunidad a todo el que la merece o no la merece. Aquel que abraza al corazón solitaria, que aplaude al alma del necesitado de motivación, el que apoya al que necesita regresar al camino de la disciplina y aquel que brinda amor a manos llenas porque sabe que aquel que da esto, es lo único que recibe. 

Visionarios que permiten abrir brechas. Esos que retoman donde los demás abandonan. Luchan con determinación. Viven con pasión y sin duda recogen con abundancia. Esto dejan el conformismo y se vuelven inconformistas. Salomón los definió así: "¿Has visto a alguien diestro en su trabajo? Se presentará ante reyes y no ante personas comunes". Proverbios 22:29. Solícitos. Provocadores. Trastornadores. 

Otros están a las puertas de decisiones trascendentales. Retomar. Dejar. Abandonar. Perdonar. Avanzar. Detenerse. Cualquier decisión que tomen cambiará para siempre sus vidas. Para bien o para mal. Para ganarlo todo o para llorar de arrepentimiento todo su futuro. No lo hagas solo. Acompáñate por nuestro Dios y elige personas sabias que hayan caminado un trayecto y se sabio. Sabiduría no solo es saber decidir entre lo correcto e incorrecto, entre lo trascendental y lo superficial. Sabiduría es el arte de encontrar la paz en medio de un mundo convulso, incierto y ambiguo. Tener la serenidad para explotar todo el potencial y ser capaz de conducir por el camino de la excelencia toda la existencia. No creas que la sabiduría es un regalo que se encuentra. Es una ruta donde la experiencia, las decisiones y el valor se unen y te hacen ser una mejor persona. Un consejo del sabio Salomón: “Pide entendimiento y busca la sabiduría como si buscaras plata o un tesoro escondido. Así llegarás a entender lo que es obedecer a Dios y conocerlo de verdad.” Proverbios 2:4-5 TLA. 

Que reflexión nos queda, ante un nuevo momento de vida, los mejores consejos son los siguientes: 

1. Venzamos a la mediocridad con la espada de una vida que busca cada día mejorar. 
2. Saquemos de nuestra vida el espíritu de ser un espectador de la existencia y empecemos a delinear, edificar y cultivar el cambio y la transformación positiva. 
3. Eliminemos la arrogancia y la soberbia de nuestro ser, no dejemos que germinen los dos peores de lo males del ser humano: La indiferencia y la dejadez. 
4. Utiliza tus talentos lo máximo que puedas. Pule tus dones con trabajo diario y con amor, esfuerzo y dedicación. 
5. Encuentra tu lugar en esta vida. No dejes que nadie te ubique donde quiere que estés. Lucha por cumplir con el destino que Dios se ha propuesto para tu vida. 
6. Preparémonos para cambiar. El cambio será parte de nuestra vida y solo tomemos la decisión de hacer y hacerlo bien. 
7. Hablemos más con nuestro hacer y nuestro ser. Que todos vean que somo ejemplos de cumplir con todo lo que la vida y Dios nos requiere. 
8. Convirtámonos en provocadores de felicidad. Saquemos una sonrisa. Limpiemos lágrimas. Levantemos las manos caídas y seamos motivadores. 
9. Comprometámonos con la grandeza y la excelencia. No para enorgullecernos y sentir que somos los mejores, sino para transformar realidades y construir un mundo mejor. 
10. No te pongas límites. El crecimiento personal no tiene tope. Hoy mejor que ayer y mañana el doble de lo que es el presente. 
11. Encuéntrate con Dios. Si estás cerca, continua allí. Si estas lejos, regresa a sus brazos. El lugar donde te encuentres no ha eliminado lo que Él siente por ti. “pues tu Dios está contigo y con su poder te salvará. Aunque no necesita de palabras para demostrarte que te ama, con cantos de alegría te expresará la felicidad que le haces sentir…” Sofonías 3:17 TLA 

Retomemos y salgamos adelante. “Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.” Romanos 8:28 DHH. Nos vemos más adelante.

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