Nuestro llamado o propósito no es solo un ideal, es una decisión de vida. Es renunciar a lo satisfactorio por vivir lo esencial, lo extraordinario. Es tener una batalla diaria contra el agotamiento y las dudas, pero reconociendo que cada paso hacia adelante nos llena de certezas y sincroniza nuestro camino con nuestro destino.
Es sacrificio ya que no es una situación momentánea de emociones y motivación. Es cumplir con disciplina, muchas veces perdiendo grandes "oportunidades" sin reparar en el dolor, sino persistir hasta el final.
Es abandono, pues en esta ruta pierdes a muchas personas cercanas pero que te preferían verte en tu zona de confort que verte como un conquistador de sueños y guerrero de desafíos.
Es renovación, porque cada día ya no piensas igual, sino que te ves comprometido a sacar la mejor versión de ti y,
Transformación, porque nos permite ser una mejor persona cada día, haciendo grandes cosas para Dios.
Este acto de aceptar y vivir el llamado simboliza la llama sagrada de vida: La oportunidad de entregar alma, corazón y vida por Alguien increíble, amoroso y fiel que jamás te dejará solo.
3 Consejos para hacer la Transición hacia tu llamado más fácil:
1. Confía en la provisión de Dios –
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas." Mateo 6:33
2.
2. Renueva tu mente y sé valiente – "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas." Josué 1:9
3.
3. Suelta lo viejo para abrazar lo nuevo – "Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta." Filipenses 3:13-14
0 Comentarios
Manda tus comentarios del blog, puedes escribir tus testimonios, o historias que desees.